Kori Ellis
07-15-2005, 02:22 AM
"Era ahora o nunca"
Los Spurs se llevan a Fabricio Oberto, quien jugará al lado de su amigo Manu y ayudará a Duncan en la zona pintada. Un sueño cumplido a los 30 años.
Andrés Pando. [email protected] (3'51")
http://www.ole.clarin.com/jsp/v3/pagina.jsp?pagId=1014241
"¿Es por lo de Oberto?", le pregunta a Olé la secretaria de Herb Rudoy, un reconocido agente de jugadores que tiene su base en los Estados Unidos y cuenta con Manu Ginóbili entre sus famosos clientes. El apellido Oberto suena raro pronunciado en inglés, pero desde ahora se escuchará como nunca en el ambiente de la NBA, porque Rudoy abrió la boca después de un mes de negociaciones silenciosas con el general manager RC Buford y anunció el acuerdo de palabra con los Spurs para la llegada en la próxima temporada del pivote de Las Varillas.
El campeón, entonces, continuará con Ginóbili como estrella y se reforzará con Fabricio en la zona pintada. Imposible no hacerse hincha de San Antonio con dos jugadores argentinos en su plantel. "Imaginate... Es un sueño jugar al lado de Manu", reconoce el cordobés de 2.08 metros. Difícil no pegarse a la tele con cuatro compatriotas en la liga, una lista que sigue con el Chapu Nocioni en Chicago y cierra con Carlitos Delfino en Detroit, otros dos embajadores en el mejor básquet del mundo. Una cantidad histórica.
La llegada de Oberto se esperaba hace tiempo, por su altísimo nivel en Europa y los últimos resultados con la Selección, incluidas las dos inolvidables victorias sobre los estadounidenses. "Era ahora o nunca", explica a los 30 años. Oficialmente se demorará hasta el próximo viernes como mínimo, respetando las estrictas reglas de la NBA, que recién desde ese día abren el mercado de los agentes libres y permiten la firma de los nuevos jugadores. Por el momento sólo existe un preacuerdo por tres temporadas. Oberto todavía no puede confirmar su incorporación a los Spurs, porque lo frenan las reglas y faltan algunos detalles contractuales, todos en manos de Rudoy.
Obviamente tampoco se conocen las cifras del contrato, aunque eso no le interesaba tanto y lo dejaba en segundo plano detrás de lo deportivo, según le había dicho a Olé en la semana: "A esta altura de mi carrera no se resigna nada. No tengo ningún equipo predilecto en la NBA, pero quiero oportunidades de juego y estar dentro de la rotación habitual. No pienso ir a ver qué pasa... Lo tomo como objetivo, sueño y ambición. Demostrarme que puedo jugar entre los mejores".
Hace nueve días nació Julia, su primera hija, que lo llevó de la pelota a la mamadera y alivió un poco la tensión de la espera. "Parece que vino con un pan debajo del brazo", se alegra. El operativo había empezado a principios de junio, cuando rescindió su contrato con Pamesa Valencia y regresó a Córdoba con las ideas claras, más allá de los 50.000 euros menos por la cláusula de salida. "Me provoca orgullo que me quieran en Valencia y me llamen otros clubes importantes de Europa, pero mi cabeza la tengo puesta en la NBA solamente. Es mi primera opción", contaba.
Al mismo tiempo lo buscaba Gregg Popovich, el técnico de los Spurs, para retocar el plantel campeón y pensar en un futuro también ganador. Dos compañeros de Manu en el seleccionado, Oberto y Luis Scola, peleaban por un lugar. La alta cláusula de salida de Tau Cerámica, de 3.200.000 de dólares, lo hizo difícil para la figura de la final olímpica. Fabricio, roto el vínculo con Valencia, negociaba con más libertad. "Me gusta muchísimo Oberto... Cada vez me gusta más", había dicho Pop durante el Preolímpico de Puerto Rico 2003, con un imaginario babero puesto y el nombre del cordobés resaltado en cada anotación. Sus dos producciones de ese torneo frente a los NBA, como antes en el Mundial 2002 y luego en Atenas 2004, aumentaron el tamaño de la puerta.
La comparación con los acompañantes de Tim Duncan en el juego interior, Nazr Mohammed y Rasho Nesterovic, deja a Oberto bien parado. Mohammed (2.08) no dio demasiadas garantías. Titular en los playoffs tras su llegada desde los Knicks por Malik Rose, metió 6.2 puntos y bajó 6.4 rebotes. El esloveno Nesterovic (2.13) fue un testigo de lujo en la última temporada. Hundido en el banco, aportó 5.9 puntos y tomó 6.6 rebotes, números parecidos a los del morocho pese a su papel secundario. Rasho, a quien le espera un sueldo de 6.720.000 dólares en la próxima campaña y tiene contrato hasta la 08/09, es carne de canje en la búsqueda de un alero. Más lugar para Oberto, quien en el seleccionado frustró a Jermaine O''Neal (Indiana) y se bancó a Yao Ming (Houston).
Le llega en el momento justo. Ya maduro, lejos de ese flaquito que en el 95 enfrentó a futuras estrellas estadounidenses en un combinado de Resto del Mundo y que en el 96 midió fuerzas con Shaquille O''Neal en un duelo desparejo. "¿Usted de donde viene? ¿Las Varillas? Mañana marca a Shaq", le había dicho Guillermo Vecchio como motivación antes del debut olímpico en Atlanta 96, cuando los monstruos ganaban al trote y los argentinos ni soñaban con este presente dorado. En el 97, anotaron sus datos en el Mundial Sub 21 de Australia, donde Manu jugaba pocos minutos y Julio Lamas manejaba a un grupo listo para cosas grandes.
Lamas fue justamente uno de los consultados por los Spurs sobre la contratación del pivote. Sólo hubo buenas referencias de Fabri, un jugador que al día siguiente de su vuelta de Atlanta se metió a full con las pesas y anoche se entrenó por su cuenta en Córdoba, con las ganas de un chico que sueña con la NBA.
Los Spurs se llevan a Fabricio Oberto, quien jugará al lado de su amigo Manu y ayudará a Duncan en la zona pintada. Un sueño cumplido a los 30 años.
Andrés Pando. [email protected] (3'51")
http://www.ole.clarin.com/jsp/v3/pagina.jsp?pagId=1014241
"¿Es por lo de Oberto?", le pregunta a Olé la secretaria de Herb Rudoy, un reconocido agente de jugadores que tiene su base en los Estados Unidos y cuenta con Manu Ginóbili entre sus famosos clientes. El apellido Oberto suena raro pronunciado en inglés, pero desde ahora se escuchará como nunca en el ambiente de la NBA, porque Rudoy abrió la boca después de un mes de negociaciones silenciosas con el general manager RC Buford y anunció el acuerdo de palabra con los Spurs para la llegada en la próxima temporada del pivote de Las Varillas.
El campeón, entonces, continuará con Ginóbili como estrella y se reforzará con Fabricio en la zona pintada. Imposible no hacerse hincha de San Antonio con dos jugadores argentinos en su plantel. "Imaginate... Es un sueño jugar al lado de Manu", reconoce el cordobés de 2.08 metros. Difícil no pegarse a la tele con cuatro compatriotas en la liga, una lista que sigue con el Chapu Nocioni en Chicago y cierra con Carlitos Delfino en Detroit, otros dos embajadores en el mejor básquet del mundo. Una cantidad histórica.
La llegada de Oberto se esperaba hace tiempo, por su altísimo nivel en Europa y los últimos resultados con la Selección, incluidas las dos inolvidables victorias sobre los estadounidenses. "Era ahora o nunca", explica a los 30 años. Oficialmente se demorará hasta el próximo viernes como mínimo, respetando las estrictas reglas de la NBA, que recién desde ese día abren el mercado de los agentes libres y permiten la firma de los nuevos jugadores. Por el momento sólo existe un preacuerdo por tres temporadas. Oberto todavía no puede confirmar su incorporación a los Spurs, porque lo frenan las reglas y faltan algunos detalles contractuales, todos en manos de Rudoy.
Obviamente tampoco se conocen las cifras del contrato, aunque eso no le interesaba tanto y lo dejaba en segundo plano detrás de lo deportivo, según le había dicho a Olé en la semana: "A esta altura de mi carrera no se resigna nada. No tengo ningún equipo predilecto en la NBA, pero quiero oportunidades de juego y estar dentro de la rotación habitual. No pienso ir a ver qué pasa... Lo tomo como objetivo, sueño y ambición. Demostrarme que puedo jugar entre los mejores".
Hace nueve días nació Julia, su primera hija, que lo llevó de la pelota a la mamadera y alivió un poco la tensión de la espera. "Parece que vino con un pan debajo del brazo", se alegra. El operativo había empezado a principios de junio, cuando rescindió su contrato con Pamesa Valencia y regresó a Córdoba con las ideas claras, más allá de los 50.000 euros menos por la cláusula de salida. "Me provoca orgullo que me quieran en Valencia y me llamen otros clubes importantes de Europa, pero mi cabeza la tengo puesta en la NBA solamente. Es mi primera opción", contaba.
Al mismo tiempo lo buscaba Gregg Popovich, el técnico de los Spurs, para retocar el plantel campeón y pensar en un futuro también ganador. Dos compañeros de Manu en el seleccionado, Oberto y Luis Scola, peleaban por un lugar. La alta cláusula de salida de Tau Cerámica, de 3.200.000 de dólares, lo hizo difícil para la figura de la final olímpica. Fabricio, roto el vínculo con Valencia, negociaba con más libertad. "Me gusta muchísimo Oberto... Cada vez me gusta más", había dicho Pop durante el Preolímpico de Puerto Rico 2003, con un imaginario babero puesto y el nombre del cordobés resaltado en cada anotación. Sus dos producciones de ese torneo frente a los NBA, como antes en el Mundial 2002 y luego en Atenas 2004, aumentaron el tamaño de la puerta.
La comparación con los acompañantes de Tim Duncan en el juego interior, Nazr Mohammed y Rasho Nesterovic, deja a Oberto bien parado. Mohammed (2.08) no dio demasiadas garantías. Titular en los playoffs tras su llegada desde los Knicks por Malik Rose, metió 6.2 puntos y bajó 6.4 rebotes. El esloveno Nesterovic (2.13) fue un testigo de lujo en la última temporada. Hundido en el banco, aportó 5.9 puntos y tomó 6.6 rebotes, números parecidos a los del morocho pese a su papel secundario. Rasho, a quien le espera un sueldo de 6.720.000 dólares en la próxima campaña y tiene contrato hasta la 08/09, es carne de canje en la búsqueda de un alero. Más lugar para Oberto, quien en el seleccionado frustró a Jermaine O''Neal (Indiana) y se bancó a Yao Ming (Houston).
Le llega en el momento justo. Ya maduro, lejos de ese flaquito que en el 95 enfrentó a futuras estrellas estadounidenses en un combinado de Resto del Mundo y que en el 96 midió fuerzas con Shaquille O''Neal en un duelo desparejo. "¿Usted de donde viene? ¿Las Varillas? Mañana marca a Shaq", le había dicho Guillermo Vecchio como motivación antes del debut olímpico en Atlanta 96, cuando los monstruos ganaban al trote y los argentinos ni soñaban con este presente dorado. En el 97, anotaron sus datos en el Mundial Sub 21 de Australia, donde Manu jugaba pocos minutos y Julio Lamas manejaba a un grupo listo para cosas grandes.
Lamas fue justamente uno de los consultados por los Spurs sobre la contratación del pivote. Sólo hubo buenas referencias de Fabri, un jugador que al día siguiente de su vuelta de Atlanta se metió a full con las pesas y anoche se entrenó por su cuenta en Córdoba, con las ganas de un chico que sueña con la NBA.