gus
09-12-2006, 09:57 AM
Today in La Nacion Manu make a mega interview in three part. Here's the first.
I'll try to translate later.
El año que viene no me voy a quedar sin medallas"
Fiel a su costumbre de asumir grandes desafíos, Emanuel Ginóbili prometió que no pasará otra temporada sin subir al podio; en una charla en LA NACION, habló del Mundial y de su continuidad en la en la selección
Las preguntas del ilustre visitante fueron constantes: "¿Qué tirada tienen?", "¿qué otros productos hacen?", "¿ese papel rosado para qué sirve?", "¿cuánta gente trabaja aquí?". Manu Ginóbili no dejó pasar la oportunidad para informarse de todo aquello que lo intrigó durante su larga recorrida por la planta impresora de LA NACION, donde ayer firmó un nuevo contrato con la empresa para continuar por dos años más con sus columnas exclusivas.
"Manu, ¿vas a poner un diario en San Antonio?", fue la pregunta. "¡Nooo, para nada!", respondió sonriente el campeón olímpico, que, tras el cuarto puesto obtenido con la selección en el Mundial de Japón y unos días de descanso en Bahía Blanca, vino a Buenos Aires para cumplir con algunos compromisos con sus sponsors.
Un regreso al país que tuvo una sustancial diferencia: por primera vez en cinco años no llegó con una nueva medalla para su singular colección. "Es cierto -dice mientras recapacita-, siempre ganaba algo con la selección o con los Spurs... Bueno, esta temporada no va a pasar. El año que viene no me voy a quedar sin medallas."
-¿Y con qué camiseta va a ser esa medalla?
-El primer torneo que voy a jugar va a ser con los Spurs; después se verá.
Fiel a su costumbre de asumir compromisos y buscar siempre el éxito, Manu no dudó en arrancar el diálogo con una fuerte promesa.
-En una de tus columnas tras el Mundial dijiste: "Espero que la gente nos entienda". Al llegar, ¿fue así?
-Sí. La gente, al menos con la que tuve contacto, está contenta, orgullosa. Pero obviamente todos nos expresan el "qué lástima que se terminó de esa manera" , que es lo mismo que sentimos nosotros. Todavía no me crucé con ninguno que me dijera que estaba disconforme ni nada de eso. Al menos no quisieron decírmelo a mí.
-¿Qué sensación te quedó al volver a Bahía Blanca, con eso que decías de que te sentís viejo, cansado...?
-[Interrumpe] Hubo un malentendido. Nunca dije que no estoy para seguir, sino que ya no va a ser lo mismo, pero como equipo. El grupo, de a poquito, se va desmembrando, y eso lo ve cualquiera. Se va haciendo cada vez más difícil. Pero yo me fui con una sensación de tranquilidad más allá de haber perdido ese juego con España [por las semifinales]. Me fui con satisfacción, porque el equipo está igual que siempre. Cuando hubo un problemita se habló de la mejor manera posible. Es un equipo único. Estoy orgulloso de ser parte, de haber cambiado el nombre de la selección en el mundo y del respeto que nos tienen. Más allá de la amargura de esos últimos diez segundos.
-Esos tiros quedan para siempre, los buenos y los malos.
-Son más duros en el momento. Después decimos "ya está" , perdimos y nos olvidamos. No estoy pensando todo el tiempo en lo que pasó en el partido siete contra Dallas. Sólo me queda que no ganamos. [N. de la R.: en 2006, San Antonio quedó eliminado en el último juego de la semifinal de la Conferencia Oeste en la NBA]. En Japón fueron esos dos días, ahora ya pasó. En San Antonio, fue la semana siguiente, cuando promocionaban la final por televisión con otros equipos. Después me fui de vacaciones, me saqué el chip y listo.
-En la jugada final ante España, ¿pensaste en forzar el tiro antes de pasar?
-Sí, lo pensé. Cuando llegué al vestuario les pregunté a los chicos si pensaban que podía haber definido yo. En el momento uno cree que tomó la mejor decisión posible, pero después no lo sabés. Estuve cerca de hacer un foul de ataque, Garbajosa estaba muy adelante. No tuve posibilidad para tirar ahí. Tal vez podía haber parado un metro antes, saltar y tirar. Pero lo tenía a Navarro siguiéndome y la ayuda que llegaba de Jiménez. Hubiera sido tirar un zapato . Hoy por hoy, con la misma situación, vuelvo a confiar en el Chapu [Nocioni].
-¿Te pusiste en la piel del Chapu?
-Sí, me pasó mil veces. Yo lo pasé en San Antonio; el Chapu lo vivió en Chicago. Es duro aceptarlo. Pero cuando se trata de un tiro, no podés decir nada. Tanto él como yo tenemos que estar tranquilos.
-¿No era más fácil buscar a Pepe?
-A mí, como zurdo, me resulta más fácil pasarla para la izquierda, donde estaba Pepe. Pero el hueco se me abrió para la derecha, con el Chapu. El pase salió bien, no hubo problemas. Para el otro lado estaba muy cerrado todo, si la llegaban a tocar en el camino ya no era lo mismo.
-¿Todos aceptaron la decisión final de cortar con falta?
-Se habló. Algunos dijimos: "¿Estamos seguros de que queremos hacer esto " . Dijimos que sí, y se hizo el foul. Una vez que está tomada la decisión le das para adelante.
-En el partido con Serbia en los Juegos de 2004, en un partido similar y empatado, en la última pelota se decidió defender. Después vino el tiro histórico.
-Bueno, pero fijate cómo son las cosas. Contra Serbia terminamos con un foul sin querer y lo ganamos con un milagro. Encima en los Juegos la regla era distinta, porque tuvimos que salir desde atrás. Hoy, pedís minuto y salís de la mitad de la cancha. Ese partido lo ganás una de 100 veces. Acá, con la misma situación, el rival metió uno de los dos tiros libres y lo cerramos con un tiro perfecto. No se dio.
-¿Vos qué preferís?
-Prefiero tener la pelota para ganar. Y creo que tomamos una gran decisión. Aquello [lo de Serbia] fue un milagro, acá, si nos hubiera tocado ganar, hubiera sido más lógico. A mí no me gusta cuando el partido está empatado y no podés ganar; el atacante de ellos la tiene y tira faltando tres segundos. Puede ser cualquier cosa. Yo quiero tener la decisión en mis manos.
-Si se iba a suplementario, ellos no tenían a Pau Gasol, lesionado...
-Pero nosotros estábamos todos con cuatro faltas, cansados. En un suplementario no importa si falta un jugador. Además, en ese momento, el que mejor estaba jugando era Garbajosa. Podía pasar cualquier cosa.
-¿En qué otras cosas se notó la diferencia entre Magnano y Hernández?
-Hubo diferencias en la adaptación. Con otro técnico, estás un poco perdido de entrada. Pero si había algo que a alguno no le gustaba, se decía. Es un equipo que habla mucho. Las dudas que podía haber de entrada se evaporaron y terminamos 10 puntos.
-Alguna vez dijiste que con Magnano las concentraciones eran más rígidas, ¿ahora fue distinto?
-En Atenas, no fue tan así. Antes de 2004 era más rígida la cosa. Hernández es menos estricto que Rubén, pero no a un punto muy distante. Además, somos grandes. No necesitamos que nos controlen. Lo más loco que hicimos en Japón fue quedarnos mirando una película a la una y media de la mañana en la habitación de otro. Fuimos a Japón a ganar, no fuimos de j... a Tokio o a Sendai.
-El trabajo físico fue diferente.
-Acá tuvimos muchos partidos para descansar y yo me sentí bien. No sé si todos estaban en la misma condición o no. No creo que haya sido un punto por el que no llegamos a la final. Se vio claramente que la diferencia fue apenas un tiro.
-Pero sí tuvieron participación en el armado de la gira y los viajes.
-Sí. Tuvimos decisión sobre los lugares en los que jugamos. Pero en los entrenamientos, no. Dijimos que un mes antes estaba bien. Fueron 27 días. Lo que sí es evidente es que como jugadores tenemos más peso que antes. Nos consultaron más.
-Cuando decís "tenemos", da la sensación de que todavía te sentís parte del equipo. ¿En una revista salió una declaración tuya diciendo que te retirabas?
-No, no. No es cierto. No dije nunca eso. Me llamó Fabri [Oberto] al otro día preguntándome: "¡¿Cómo, te retiraste y no me dijiste nada?!" Le dije que no, que ellos [por sus compañeros] van a ser los primeros que se enteren si tomo una decisión así. Todos tenemos la misma idea. Vamos a ver cuando llegue el momento. Terminamos muy contentos, sin calenturas. Así que por ahora la idea es que el equipo sigue. Veremos qué pasa de acá a un año.
-El Preolímpico para los Juegos de Pekín 2008 va a ser muy difícil.
-Está claro, sé que va a ser difícil.
-Esta vez hay un Preolímpico y luego un repechaje. Si vas a uno y no te clasificás, no podés faltar al otro, que es 25 días antes de los Juegos Olímpicos.
-Puedo ir directamente al repechaje [risas]. Sé lo difícil que va a ser clasificarse. Pero también yo sé que no podés representar a la selección si no estás convencido. No se puede ir, perder y después decir: "¿Porqué no me quedé con mi familia?" o "¿porqué no me fui a Bahamas de vacaciones?" Sería contraproducente. Cuando llegue el momento, veré cómo estoy, si tengo ganas, si estoy bien físicamente...
-¿Si vos dejás la selección, puede haber otros que te sigan?
-No lo sé. Hay varios, sobre todo los más grandes, que estamos pensando que son muchos años. No es fácil.
-¿Te retirarías si el resto sigue?
-Si no me siento bien, sí. El hecho de que todos digan que vamos al Preolímpico me puede llegar a dar más ganas.
-¿Cómo imaginás la sucesión de la Generación Dorada?
-Nocioni y Herrmann son clase 79; Scola, 80; Delfino, 82. Hay margen. Ellos van a hacer que la transición no sea brusca. Luis [Scola] es joven, pero a Fabri [Oberto] y al Colo [Wolkowyski] les quedan menos años. Si tuviera que armar el equipo hoy por hoy, sin ellos dos, formaría con Chapu de 4 [ala-pivote] y Luis de 5 [pivote]. No estoy seguro de que haya muchos jugadores atrás.
Por M. Romano y J. Trenado
De la Redacción de LA NACION
Dixit
“Los españoles saben que el partido que nos ganaron fue una moneda al aire. Felipe Reyes siempre dice que los argentinos somos sucios, pero ellos no son angelitos. Nosotros jugamos duro, queríamos ganarles. Punto.”
“La Oveja no es tan estricto. A Magnano le decíamos que necesitábamos descansar y no se podía. El estaba convencido de que había que entrenarse... Tampoco íbamos a hacer una huelga.”
“Nadie más que nosotros se mantuvo en las semifinales en los tres últimos torneos. No lo consiguió ni Serbia y Montenegro, ni EE.UU., ni España. No es fácil llegar, estoy orgulloso de formar parte de un equipo único.”
Anécdotas de viaje
"En el momento del terremoto (N. de la R.: mientras el equipo estuvo en Tokio hubo un sismo de baja intensidad), estábamos en la habitación y a Luis (Scola) se le transformó la cara. Empezó a decir: ´¡Bol..., bol...! . No atinaba a otra cosa. Yo le preguntaba: ´¿Qué pasa? , todavía no sentía nada. Y el seguía: ´¡Bol..., bol...! . Hasta que empezó a temblar todo. Salimos al pasillo, asomábamos las cabecitas por la puerta. El Colo (Wolkowyski) estaba todo enjabonado, con la cara blanca y una toalla. Inolvidable."
"En Sendai estábamos tan al pe... que Chapu (Nocioni) y Pablo (Prigioni) se compraron un avioncito a control remoto y a la tarde se iban a hacerlo volar alrededor del lago, mientras el resto los alentaba. La selección haciendo de hinchada a un tipo que volaba un avioncito de juguete. Después se aburrieron. Además se había roto porque lo chocaron contra una rama de un árbol, así que compraron autitos a control remoto y hacían carreras en los pasillos del hotel."
Ahora quiere ganar otra vez la NBA
A poco de regresar a San Antonio, Manu Ginóbili también habló ayer de la próxima temporada de la NBA y dijo: "Estamos para ser campeones"; también destacó las inmejorables posibilidades de Fabricio Oberto y que no teme que le prohíban volver a la selección
Fácil es imaginar con qué ganas encarará Manu Ginóbili la nueva temporada de la NBA (los Spurs debutan ante Dallas el 2 de noviembre) después de no ganar nada con los Spurs ni con la selección en esta última temporada. Por eso, quizá, ya se anima a decir que con los Spurs "Estamos para campeones". De todos modos, otro tema importante por conocer es qué pueden pensar en San Antonio si él quiere regresar a la selección después de las lesiones sufridas en el Mundial por su compañero Tony Parker y por el español, de Memphis, Pau Gasol.
"Las franquicias de la NBA se van a poner quisquillosas, pero los resultados cambian todo. Si salimos campeones con San Antonio les digo que me voy de vacaciones a Júpiter y me lo aprueban. Además, son muy abiertos y se muestran orgullosos cuando a sus jugadores les va bien con sus seleccionados. Ellos creen que en 2007 (Preolímpico) no voy a jugar con la selección. Suponen que sólo iré a los torneos importantes. De todos modos, en caso de que decida jugar, no creo que tenga problemas.
-¿ Muchas veces hablás del cansancio, ¿pensás hacer tratamientos para estar más fuerte?
-Por mi físico y mi tipo de juego, necesito del descanso y de la buena alimentación más que nadie. Hay momentos en la NBA que llevás 60 partidos y te toca jugar 10 más en 14 días y tenés que ser Superman. Algunos, como LeBron James, lo hacen, pero no tienen mi físico. No pienso hacer nada especial. En San Antonio saben que no voy a comer una hamburguesa con papas fritas. Necesito mucho cuidarme. Hago las cosas responsablemente.
- ¿Con los cambios realizados este año, están para ser campeones?
-Seguro. Estamos para ser campeones. Mientras se tenga la misma base de jugadores, la misma idea y los sistemas de siempre, yo creo que se puede ganar. Los cambios no fueron sólo por mal rendimiento o porque se perdió, sino por los topes salariales. Si alguien juega poco, cobra mucho y se lo puede canjear por otro, se lo cambia. Si yo en dos años empiezo a jugar poco, van a cambiarme. Es así. Esta vez se trajeron dos pivotes menos conocidos (Francisco Elson y Jackie Butler), pero que para el tipo de juego que hacemos está bien. No necesitamos alguien dominante que genere espacios. Está Duncan para eso.
- En los pivotes, bajaron en la estatura y cambiaron en la actitud.
-Los que se fueron, Rasho (Nesterovic) y Nazr (Mohammed), no transmiten fervor, pero hacían lo que quiere el técnico. Los de ahora van a ser más atléticos y aguerridos. Pero no van a tener mucha preponderancia ofensiva.
-Lo que le permitirá a Oberto jugar más.
-Eso está claro. Va a tener una gran oportunidad. Ahora va a estar por encima de los otros porque Fabri tiene un año de experiencia y ya conoce el sistema de juego. Así que esperamos que lo pueda aprovechar bien.
- ¿Hay que pasarle más la pelota?
-Sí, igual no se va a ganar el puesto anotando puntos. Pop (el DT Gregg Popovich) lo adora. Sabe la actitud que tiene, que le interesa más el juego de equipo que sus números, así que creo que se lo va a ganar con laburo. El desafío está planteado, Manu no quiere quedarse otro año sin festejar nada y en la NBA tendrá su inmediata revancha.
SECOND PART
Esa especial sensación de ser campeón
"El Mundial era el torneo que me faltaba ganar. Hubiera sido excepcional. Ahora no me planteo ningún otro como una materia pendiente ni me voy a tirar a conseguir algún logro individual. Lo que quiero es seguir ganando para sentir esa sensación tan especial que significa la de ser campeón", dijo Ginóbili
THIRD PART.
Manu sigue en el mismo equipo
Hasta unos días después de los Juegos Olímpicos de Pekín 2008, Emanuel Ginóbili continuará en estas páginas con sus columnas exclusivas y sumará asín cinco años de estrecha relación con nuestro diario.
El contrato se formalizó ayer luego de la visita que realizó a la planta impresora de Barracas, y durante el encuentro con la directora Ejecutiva de SA LA NACION, María Luz González Carman, y Daniel Arccuci, secretario de Redacción.
Acompañado por su esposa, Marianela Oroño, y su representante, Carlos Prunes, el ídolo de los Spurs y del seleccionado nacional recorrió las instalaciones del centro de impresión del diario, acompañado por otras autoridades: Andrés Gómez, gerente de Negocios y Marketing; Ezequiel Colombo, gerente de Productos y Audiencias; Daniel González, gerente de Distribución y Ventas; José Ferrari, director de Desarrollo Industrial; Antonio Jorge Bafaro, gerente de Producción; Gervasio Marques Peña, gerente de Grandes Cuentas; Ignacio Torlasco, jefe de Ventas; Carlos Losauro, jefe de Deportes, y Claudio Cerviño, editor de Deportes.
Manu charló amablemente con los empleados de la planta, firmó autógrafos y se sacó decenas de fotos.
Sorprendió su interés por el funcionamiento del sistema de impresión y no dejó de hace en cada uno de los sectores que visitó. Después de media hora de recorrido, y al ver a Manu tan interesado, Marianela, su esposa, dejó su reflexión "Siempre es así: pregunta todo".
Al regreso del Mundial de Japón, el martes último, Ginóbili se fue a Bahía Blanca y disfrutó de unos días de descanso. "Dormí y comí asados, fundamentalmente", recordó con una sonrisa.
Cuando lo invitaron a comprobar su peso en una de las balanzas de las bobinas de papel, descubrió que había sobrepasado los 92 kilos. "Lo máximo que llegué a pesar fue 93, hace unos años", había contado alguna vez.
Volverá a Bahía Blanca unos días y luego emprenderá el gran desafío de reconquistar el título de la NBA con San Antonio Spurs. A mediados del actual se reincorporará al plantel. "Tengo que empezar con las revisiones médicas y esas cosas", dijo el campeón olímpico., que se mostró se mostró abierto al diálogo con todos los admiradores -en un ámbito no habitual-que se acercaron durante esas dos horas que permaneció en el centro de impresión de nuestro diario.
I'll try to translate later.
El año que viene no me voy a quedar sin medallas"
Fiel a su costumbre de asumir grandes desafíos, Emanuel Ginóbili prometió que no pasará otra temporada sin subir al podio; en una charla en LA NACION, habló del Mundial y de su continuidad en la en la selección
Las preguntas del ilustre visitante fueron constantes: "¿Qué tirada tienen?", "¿qué otros productos hacen?", "¿ese papel rosado para qué sirve?", "¿cuánta gente trabaja aquí?". Manu Ginóbili no dejó pasar la oportunidad para informarse de todo aquello que lo intrigó durante su larga recorrida por la planta impresora de LA NACION, donde ayer firmó un nuevo contrato con la empresa para continuar por dos años más con sus columnas exclusivas.
"Manu, ¿vas a poner un diario en San Antonio?", fue la pregunta. "¡Nooo, para nada!", respondió sonriente el campeón olímpico, que, tras el cuarto puesto obtenido con la selección en el Mundial de Japón y unos días de descanso en Bahía Blanca, vino a Buenos Aires para cumplir con algunos compromisos con sus sponsors.
Un regreso al país que tuvo una sustancial diferencia: por primera vez en cinco años no llegó con una nueva medalla para su singular colección. "Es cierto -dice mientras recapacita-, siempre ganaba algo con la selección o con los Spurs... Bueno, esta temporada no va a pasar. El año que viene no me voy a quedar sin medallas."
-¿Y con qué camiseta va a ser esa medalla?
-El primer torneo que voy a jugar va a ser con los Spurs; después se verá.
Fiel a su costumbre de asumir compromisos y buscar siempre el éxito, Manu no dudó en arrancar el diálogo con una fuerte promesa.
-En una de tus columnas tras el Mundial dijiste: "Espero que la gente nos entienda". Al llegar, ¿fue así?
-Sí. La gente, al menos con la que tuve contacto, está contenta, orgullosa. Pero obviamente todos nos expresan el "qué lástima que se terminó de esa manera" , que es lo mismo que sentimos nosotros. Todavía no me crucé con ninguno que me dijera que estaba disconforme ni nada de eso. Al menos no quisieron decírmelo a mí.
-¿Qué sensación te quedó al volver a Bahía Blanca, con eso que decías de que te sentís viejo, cansado...?
-[Interrumpe] Hubo un malentendido. Nunca dije que no estoy para seguir, sino que ya no va a ser lo mismo, pero como equipo. El grupo, de a poquito, se va desmembrando, y eso lo ve cualquiera. Se va haciendo cada vez más difícil. Pero yo me fui con una sensación de tranquilidad más allá de haber perdido ese juego con España [por las semifinales]. Me fui con satisfacción, porque el equipo está igual que siempre. Cuando hubo un problemita se habló de la mejor manera posible. Es un equipo único. Estoy orgulloso de ser parte, de haber cambiado el nombre de la selección en el mundo y del respeto que nos tienen. Más allá de la amargura de esos últimos diez segundos.
-Esos tiros quedan para siempre, los buenos y los malos.
-Son más duros en el momento. Después decimos "ya está" , perdimos y nos olvidamos. No estoy pensando todo el tiempo en lo que pasó en el partido siete contra Dallas. Sólo me queda que no ganamos. [N. de la R.: en 2006, San Antonio quedó eliminado en el último juego de la semifinal de la Conferencia Oeste en la NBA]. En Japón fueron esos dos días, ahora ya pasó. En San Antonio, fue la semana siguiente, cuando promocionaban la final por televisión con otros equipos. Después me fui de vacaciones, me saqué el chip y listo.
-En la jugada final ante España, ¿pensaste en forzar el tiro antes de pasar?
-Sí, lo pensé. Cuando llegué al vestuario les pregunté a los chicos si pensaban que podía haber definido yo. En el momento uno cree que tomó la mejor decisión posible, pero después no lo sabés. Estuve cerca de hacer un foul de ataque, Garbajosa estaba muy adelante. No tuve posibilidad para tirar ahí. Tal vez podía haber parado un metro antes, saltar y tirar. Pero lo tenía a Navarro siguiéndome y la ayuda que llegaba de Jiménez. Hubiera sido tirar un zapato . Hoy por hoy, con la misma situación, vuelvo a confiar en el Chapu [Nocioni].
-¿Te pusiste en la piel del Chapu?
-Sí, me pasó mil veces. Yo lo pasé en San Antonio; el Chapu lo vivió en Chicago. Es duro aceptarlo. Pero cuando se trata de un tiro, no podés decir nada. Tanto él como yo tenemos que estar tranquilos.
-¿No era más fácil buscar a Pepe?
-A mí, como zurdo, me resulta más fácil pasarla para la izquierda, donde estaba Pepe. Pero el hueco se me abrió para la derecha, con el Chapu. El pase salió bien, no hubo problemas. Para el otro lado estaba muy cerrado todo, si la llegaban a tocar en el camino ya no era lo mismo.
-¿Todos aceptaron la decisión final de cortar con falta?
-Se habló. Algunos dijimos: "¿Estamos seguros de que queremos hacer esto " . Dijimos que sí, y se hizo el foul. Una vez que está tomada la decisión le das para adelante.
-En el partido con Serbia en los Juegos de 2004, en un partido similar y empatado, en la última pelota se decidió defender. Después vino el tiro histórico.
-Bueno, pero fijate cómo son las cosas. Contra Serbia terminamos con un foul sin querer y lo ganamos con un milagro. Encima en los Juegos la regla era distinta, porque tuvimos que salir desde atrás. Hoy, pedís minuto y salís de la mitad de la cancha. Ese partido lo ganás una de 100 veces. Acá, con la misma situación, el rival metió uno de los dos tiros libres y lo cerramos con un tiro perfecto. No se dio.
-¿Vos qué preferís?
-Prefiero tener la pelota para ganar. Y creo que tomamos una gran decisión. Aquello [lo de Serbia] fue un milagro, acá, si nos hubiera tocado ganar, hubiera sido más lógico. A mí no me gusta cuando el partido está empatado y no podés ganar; el atacante de ellos la tiene y tira faltando tres segundos. Puede ser cualquier cosa. Yo quiero tener la decisión en mis manos.
-Si se iba a suplementario, ellos no tenían a Pau Gasol, lesionado...
-Pero nosotros estábamos todos con cuatro faltas, cansados. En un suplementario no importa si falta un jugador. Además, en ese momento, el que mejor estaba jugando era Garbajosa. Podía pasar cualquier cosa.
-¿En qué otras cosas se notó la diferencia entre Magnano y Hernández?
-Hubo diferencias en la adaptación. Con otro técnico, estás un poco perdido de entrada. Pero si había algo que a alguno no le gustaba, se decía. Es un equipo que habla mucho. Las dudas que podía haber de entrada se evaporaron y terminamos 10 puntos.
-Alguna vez dijiste que con Magnano las concentraciones eran más rígidas, ¿ahora fue distinto?
-En Atenas, no fue tan así. Antes de 2004 era más rígida la cosa. Hernández es menos estricto que Rubén, pero no a un punto muy distante. Además, somos grandes. No necesitamos que nos controlen. Lo más loco que hicimos en Japón fue quedarnos mirando una película a la una y media de la mañana en la habitación de otro. Fuimos a Japón a ganar, no fuimos de j... a Tokio o a Sendai.
-El trabajo físico fue diferente.
-Acá tuvimos muchos partidos para descansar y yo me sentí bien. No sé si todos estaban en la misma condición o no. No creo que haya sido un punto por el que no llegamos a la final. Se vio claramente que la diferencia fue apenas un tiro.
-Pero sí tuvieron participación en el armado de la gira y los viajes.
-Sí. Tuvimos decisión sobre los lugares en los que jugamos. Pero en los entrenamientos, no. Dijimos que un mes antes estaba bien. Fueron 27 días. Lo que sí es evidente es que como jugadores tenemos más peso que antes. Nos consultaron más.
-Cuando decís "tenemos", da la sensación de que todavía te sentís parte del equipo. ¿En una revista salió una declaración tuya diciendo que te retirabas?
-No, no. No es cierto. No dije nunca eso. Me llamó Fabri [Oberto] al otro día preguntándome: "¡¿Cómo, te retiraste y no me dijiste nada?!" Le dije que no, que ellos [por sus compañeros] van a ser los primeros que se enteren si tomo una decisión así. Todos tenemos la misma idea. Vamos a ver cuando llegue el momento. Terminamos muy contentos, sin calenturas. Así que por ahora la idea es que el equipo sigue. Veremos qué pasa de acá a un año.
-El Preolímpico para los Juegos de Pekín 2008 va a ser muy difícil.
-Está claro, sé que va a ser difícil.
-Esta vez hay un Preolímpico y luego un repechaje. Si vas a uno y no te clasificás, no podés faltar al otro, que es 25 días antes de los Juegos Olímpicos.
-Puedo ir directamente al repechaje [risas]. Sé lo difícil que va a ser clasificarse. Pero también yo sé que no podés representar a la selección si no estás convencido. No se puede ir, perder y después decir: "¿Porqué no me quedé con mi familia?" o "¿porqué no me fui a Bahamas de vacaciones?" Sería contraproducente. Cuando llegue el momento, veré cómo estoy, si tengo ganas, si estoy bien físicamente...
-¿Si vos dejás la selección, puede haber otros que te sigan?
-No lo sé. Hay varios, sobre todo los más grandes, que estamos pensando que son muchos años. No es fácil.
-¿Te retirarías si el resto sigue?
-Si no me siento bien, sí. El hecho de que todos digan que vamos al Preolímpico me puede llegar a dar más ganas.
-¿Cómo imaginás la sucesión de la Generación Dorada?
-Nocioni y Herrmann son clase 79; Scola, 80; Delfino, 82. Hay margen. Ellos van a hacer que la transición no sea brusca. Luis [Scola] es joven, pero a Fabri [Oberto] y al Colo [Wolkowyski] les quedan menos años. Si tuviera que armar el equipo hoy por hoy, sin ellos dos, formaría con Chapu de 4 [ala-pivote] y Luis de 5 [pivote]. No estoy seguro de que haya muchos jugadores atrás.
Por M. Romano y J. Trenado
De la Redacción de LA NACION
Dixit
“Los españoles saben que el partido que nos ganaron fue una moneda al aire. Felipe Reyes siempre dice que los argentinos somos sucios, pero ellos no son angelitos. Nosotros jugamos duro, queríamos ganarles. Punto.”
“La Oveja no es tan estricto. A Magnano le decíamos que necesitábamos descansar y no se podía. El estaba convencido de que había que entrenarse... Tampoco íbamos a hacer una huelga.”
“Nadie más que nosotros se mantuvo en las semifinales en los tres últimos torneos. No lo consiguió ni Serbia y Montenegro, ni EE.UU., ni España. No es fácil llegar, estoy orgulloso de formar parte de un equipo único.”
Anécdotas de viaje
"En el momento del terremoto (N. de la R.: mientras el equipo estuvo en Tokio hubo un sismo de baja intensidad), estábamos en la habitación y a Luis (Scola) se le transformó la cara. Empezó a decir: ´¡Bol..., bol...! . No atinaba a otra cosa. Yo le preguntaba: ´¿Qué pasa? , todavía no sentía nada. Y el seguía: ´¡Bol..., bol...! . Hasta que empezó a temblar todo. Salimos al pasillo, asomábamos las cabecitas por la puerta. El Colo (Wolkowyski) estaba todo enjabonado, con la cara blanca y una toalla. Inolvidable."
"En Sendai estábamos tan al pe... que Chapu (Nocioni) y Pablo (Prigioni) se compraron un avioncito a control remoto y a la tarde se iban a hacerlo volar alrededor del lago, mientras el resto los alentaba. La selección haciendo de hinchada a un tipo que volaba un avioncito de juguete. Después se aburrieron. Además se había roto porque lo chocaron contra una rama de un árbol, así que compraron autitos a control remoto y hacían carreras en los pasillos del hotel."
Ahora quiere ganar otra vez la NBA
A poco de regresar a San Antonio, Manu Ginóbili también habló ayer de la próxima temporada de la NBA y dijo: "Estamos para ser campeones"; también destacó las inmejorables posibilidades de Fabricio Oberto y que no teme que le prohíban volver a la selección
Fácil es imaginar con qué ganas encarará Manu Ginóbili la nueva temporada de la NBA (los Spurs debutan ante Dallas el 2 de noviembre) después de no ganar nada con los Spurs ni con la selección en esta última temporada. Por eso, quizá, ya se anima a decir que con los Spurs "Estamos para campeones". De todos modos, otro tema importante por conocer es qué pueden pensar en San Antonio si él quiere regresar a la selección después de las lesiones sufridas en el Mundial por su compañero Tony Parker y por el español, de Memphis, Pau Gasol.
"Las franquicias de la NBA se van a poner quisquillosas, pero los resultados cambian todo. Si salimos campeones con San Antonio les digo que me voy de vacaciones a Júpiter y me lo aprueban. Además, son muy abiertos y se muestran orgullosos cuando a sus jugadores les va bien con sus seleccionados. Ellos creen que en 2007 (Preolímpico) no voy a jugar con la selección. Suponen que sólo iré a los torneos importantes. De todos modos, en caso de que decida jugar, no creo que tenga problemas.
-¿ Muchas veces hablás del cansancio, ¿pensás hacer tratamientos para estar más fuerte?
-Por mi físico y mi tipo de juego, necesito del descanso y de la buena alimentación más que nadie. Hay momentos en la NBA que llevás 60 partidos y te toca jugar 10 más en 14 días y tenés que ser Superman. Algunos, como LeBron James, lo hacen, pero no tienen mi físico. No pienso hacer nada especial. En San Antonio saben que no voy a comer una hamburguesa con papas fritas. Necesito mucho cuidarme. Hago las cosas responsablemente.
- ¿Con los cambios realizados este año, están para ser campeones?
-Seguro. Estamos para ser campeones. Mientras se tenga la misma base de jugadores, la misma idea y los sistemas de siempre, yo creo que se puede ganar. Los cambios no fueron sólo por mal rendimiento o porque se perdió, sino por los topes salariales. Si alguien juega poco, cobra mucho y se lo puede canjear por otro, se lo cambia. Si yo en dos años empiezo a jugar poco, van a cambiarme. Es así. Esta vez se trajeron dos pivotes menos conocidos (Francisco Elson y Jackie Butler), pero que para el tipo de juego que hacemos está bien. No necesitamos alguien dominante que genere espacios. Está Duncan para eso.
- En los pivotes, bajaron en la estatura y cambiaron en la actitud.
-Los que se fueron, Rasho (Nesterovic) y Nazr (Mohammed), no transmiten fervor, pero hacían lo que quiere el técnico. Los de ahora van a ser más atléticos y aguerridos. Pero no van a tener mucha preponderancia ofensiva.
-Lo que le permitirá a Oberto jugar más.
-Eso está claro. Va a tener una gran oportunidad. Ahora va a estar por encima de los otros porque Fabri tiene un año de experiencia y ya conoce el sistema de juego. Así que esperamos que lo pueda aprovechar bien.
- ¿Hay que pasarle más la pelota?
-Sí, igual no se va a ganar el puesto anotando puntos. Pop (el DT Gregg Popovich) lo adora. Sabe la actitud que tiene, que le interesa más el juego de equipo que sus números, así que creo que se lo va a ganar con laburo. El desafío está planteado, Manu no quiere quedarse otro año sin festejar nada y en la NBA tendrá su inmediata revancha.
SECOND PART
Esa especial sensación de ser campeón
"El Mundial era el torneo que me faltaba ganar. Hubiera sido excepcional. Ahora no me planteo ningún otro como una materia pendiente ni me voy a tirar a conseguir algún logro individual. Lo que quiero es seguir ganando para sentir esa sensación tan especial que significa la de ser campeón", dijo Ginóbili
THIRD PART.
Manu sigue en el mismo equipo
Hasta unos días después de los Juegos Olímpicos de Pekín 2008, Emanuel Ginóbili continuará en estas páginas con sus columnas exclusivas y sumará asín cinco años de estrecha relación con nuestro diario.
El contrato se formalizó ayer luego de la visita que realizó a la planta impresora de Barracas, y durante el encuentro con la directora Ejecutiva de SA LA NACION, María Luz González Carman, y Daniel Arccuci, secretario de Redacción.
Acompañado por su esposa, Marianela Oroño, y su representante, Carlos Prunes, el ídolo de los Spurs y del seleccionado nacional recorrió las instalaciones del centro de impresión del diario, acompañado por otras autoridades: Andrés Gómez, gerente de Negocios y Marketing; Ezequiel Colombo, gerente de Productos y Audiencias; Daniel González, gerente de Distribución y Ventas; José Ferrari, director de Desarrollo Industrial; Antonio Jorge Bafaro, gerente de Producción; Gervasio Marques Peña, gerente de Grandes Cuentas; Ignacio Torlasco, jefe de Ventas; Carlos Losauro, jefe de Deportes, y Claudio Cerviño, editor de Deportes.
Manu charló amablemente con los empleados de la planta, firmó autógrafos y se sacó decenas de fotos.
Sorprendió su interés por el funcionamiento del sistema de impresión y no dejó de hace en cada uno de los sectores que visitó. Después de media hora de recorrido, y al ver a Manu tan interesado, Marianela, su esposa, dejó su reflexión "Siempre es así: pregunta todo".
Al regreso del Mundial de Japón, el martes último, Ginóbili se fue a Bahía Blanca y disfrutó de unos días de descanso. "Dormí y comí asados, fundamentalmente", recordó con una sonrisa.
Cuando lo invitaron a comprobar su peso en una de las balanzas de las bobinas de papel, descubrió que había sobrepasado los 92 kilos. "Lo máximo que llegué a pesar fue 93, hace unos años", había contado alguna vez.
Volverá a Bahía Blanca unos días y luego emprenderá el gran desafío de reconquistar el título de la NBA con San Antonio Spurs. A mediados del actual se reincorporará al plantel. "Tengo que empezar con las revisiones médicas y esas cosas", dijo el campeón olímpico., que se mostró se mostró abierto al diálogo con todos los admiradores -en un ámbito no habitual-que se acercaron durante esas dos horas que permaneció en el centro de impresión de nuestro diario.