manubili
02-22-2008, 05:15 PM
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"No me importaba morir adentro de la cancha"
Luego de 6 partidos en 14 días y antes de empezar un breve receso -ayer ya estaba en Las Vegas-, Manu Ginóbili cumplió su mejor trabajo en la NBA en el triunfo de los Spurs sobre Cleveland; anotó 46 puntos y terminó tan agotado como feliz
Alguien lanzó la broma en el vestuario de los Spurs minutos después de la fabulosa noche de Emanuel Ginóbili frente a Cleveland, en la que acertó dobles y triples de todos los colores y alcanzó su 2da mejor marca goleadora en la NBA, con 46 puntos. "Avisen que cierren todos los casinos que Manu va para Las Vegas...".
-¿Vas a hacer saltar la banca?
-No, no, no soy de apostar. Voy a conocer esa ciudad, no sé lo que me espera. La idea es aprovechar estos cuatro días de vacaciones que tenemos por el All Star, descansar, distraerme y comer bien. Ya tengo reservado el hotel, los restaurantes y las entradas para algún show.
-¿No creés que te vas a exponer demasiado en esa ciudad y con tanta gente?
-Algunos amigos ya me aconsejaron qué hacer. No voy a salir a pasear, voy a descansar y recuperar energías.
El Ginóbili que se escucha a través del teléfono parece el de las mejores versiones. Suena feliz, tranquilo, satisfecho y de brillante humor. Ganar 5 de los 6 partidos que los Spurs jugaron en los 14 días que duró la gira por el Este, y por si fuese poco anotar 80 tantos en las dos últimas noches, es un buen motivo para no ocultar su alegría. Casi todo lo contesta sonriendo, mientras ingresa en el gran hotel de Las Vegas que lo tendrá como huésped distinguido.
-Imagino que las valijas las carga todas Many (su esposa) porque vos estás fundido...
(Risas) -Una y una. Esta es una pareja moderna, dividimos las tareas.
-Se te nota de excelente humor.
-Por supuesto, no sabés el alivio que siento al arrancar las vacaciones después de haber ganado partidos importantes y jugando bien.
-Si te elegían para ir al All Star de New Orleans, que comienza este fin de semana, se te hubiese complicado.
-¿No se notó lo triste que me puse cuando no me eligieron (risas)? Jugar el partido no es nada pesado, lo que te cansa es el programa de eventos: firma de autógrafos, producciones de fotos, entrevista especiales, entrenamientos abiertos al público. Estás de acá para allá todo el día. A otros quizá no les afecte; a mí me hubiese complicado físicamente.
-¿Comiste espinacas o te calzaste las batizapatillas para jugar en el nivel que tuviste contra Toronto (34 puntos y 15 rebotes) y Cleveland (46 tantos)?
-No, nada de eso... Me sentí bien, confiado y sabiendo que se venían las vacaciones. Intenté dejar todo. No me importaba morirme adentro de la cancha porque después tenía estos 4 días para recuperarme. Y en los últimos dos juegos aproveché que estaba derecho. ¡Tiraba zapatos y entraban!
-Y eso que venías golpeado por la defensa de Boston del domingo último.
-Sí, es cierto, pero estaba bien de la cabeza y me fui potenciando. Me dije, "tengo que dejar todo ahora así terminamos bien".
-¿Te motivó el hecho de disimular la ausencia de Tony Parker?
-No, Porque hubo partidos que no jugué bien y no estaba Tony.
-¿Y jugar en Cleveland, la cancha donde lograron el último título?
-No, en absoluto. Queríamos terminar bien la gira, nada más.
-Mike Brown, técnico de los Cavaliers, dijo que eras un mal chico.
-Mike es un amigo. Era asistente de Gregg Popovich cuando llegué a los Spurs. Estuvo un año y trabajamos muy bien.
-Según las estadísticas, el de Cleveland es tu mejor partido en la NBA comparado con el de Phoenix, en 2005, cuando anotaste 48, pero con un tiempo suplementario y menos eficacia, asistencias y robos.
-No los comparé, pero seguro que con Phoenix no tiré tan bien, fueron más penetraciones. En Cleveland no erré en el 2do tiempo. Pero, por otro lado, el de Phoenix, que fue en suplementario, estuvo rodeado de más expectativa, estábamos los dos en los primeros puestos del Oeste y fue televisado a todos lados. Fueron distintos.
-¿Alguna vez anotaste 8 triples?
-Hice 9 cuando jugué la Liga Nacional con Estudiantes, de Bahía Blanca, creo que fue contra Atenas. Y no debo haber jugado tantos minutos como con Cleveland, aunque en esa época jugábamos cuatro cuartos de 12 minutos como la NBA
-¿Te vas a afeitar la barba ahora?
- No sé. Todavía la tengo. Fue un acuerdo de equipo que hicimos a mediados de enero antes de arrancar la gran gira.
-Contanos detalles de la cábala.
-Ya lo hicimos otros años y nos fue bien. La idea esta vez surgió de Tim (Duncan) y de Fabri (Oberto). Y la hicimos todos: asistentes, médicos, utileros. Los únicos que se negaron fueron Bruce (Bowen), porque él es el chico lindo del plantel y no quiso, y Tony (Parker), porque le crece muy negra y toda enrulada. Dice que hubiese parecido Ben Laden (risas).
-Y Popovich tampoco.
-Los técnicos son de otra raza.
Queda claro que las respuestas, dichas sin tomar demasiado en cuenta si pueden herir alguna susceptibilidad, fueron dichas en un tono distendido, jocoso, casi como si se tratase de una charla informal. El especial momento que disfrutaba lo mostró abierto y sin límites.
-En tu última columna exclusiva para LA NACION dijiste que la gira por el Este podía servir para rearmar el equipo. ¿Pensás que lo lograron?
-Sí, era lo que buscábamos: reestablecer la química y el juego. Ahora hay que ver si los podemos mantener.
-Pau Gasol a los Lakers, Shaquille O Neal a Phoenix y probablemente Jason Kidd a Dallas. ¿Alguna vez estuvo más complicado el Oeste?
- Antes de esos pases ya era el Oeste más duro y complicado desde que llegué a los Spurs. De todos modos, hay que ver cómo encajan O Neal y Kidd, si se hace el pase. Para los Lakers no hay dudas de que fue un refuerzo muy positivo porque entregó poco a cambio. Phoenix busca mayor presencia y peso en la zona pintada.
-Es posible que Kobe Bryant pida no jugar el All Star por un dolor en un dedo de la mano y por ahí te pueden llamar...
-¡Ah sí! ¿Y no podrán buscar a otro?
-¿Te podés negar?
-No, no puedo negarme. Si me llaman tengo que ir. Pero no creo... Kobe va a jugar.
-¿Vas a ver por TV el All Star Game el domingo?
-¡Por supuesto! Poné que sí (más risas que nunca). De última, si tengo que ir a ver algún show en Las Vegas, lo voy a grabar...
Un Manu especial, como el que pasó por Cleveland.
Por Miguel Romano
De la Redacción de LA NACION
"No me importaba morir adentro de la cancha"
Luego de 6 partidos en 14 días y antes de empezar un breve receso -ayer ya estaba en Las Vegas-, Manu Ginóbili cumplió su mejor trabajo en la NBA en el triunfo de los Spurs sobre Cleveland; anotó 46 puntos y terminó tan agotado como feliz
Alguien lanzó la broma en el vestuario de los Spurs minutos después de la fabulosa noche de Emanuel Ginóbili frente a Cleveland, en la que acertó dobles y triples de todos los colores y alcanzó su 2da mejor marca goleadora en la NBA, con 46 puntos. "Avisen que cierren todos los casinos que Manu va para Las Vegas...".
-¿Vas a hacer saltar la banca?
-No, no, no soy de apostar. Voy a conocer esa ciudad, no sé lo que me espera. La idea es aprovechar estos cuatro días de vacaciones que tenemos por el All Star, descansar, distraerme y comer bien. Ya tengo reservado el hotel, los restaurantes y las entradas para algún show.
-¿No creés que te vas a exponer demasiado en esa ciudad y con tanta gente?
-Algunos amigos ya me aconsejaron qué hacer. No voy a salir a pasear, voy a descansar y recuperar energías.
El Ginóbili que se escucha a través del teléfono parece el de las mejores versiones. Suena feliz, tranquilo, satisfecho y de brillante humor. Ganar 5 de los 6 partidos que los Spurs jugaron en los 14 días que duró la gira por el Este, y por si fuese poco anotar 80 tantos en las dos últimas noches, es un buen motivo para no ocultar su alegría. Casi todo lo contesta sonriendo, mientras ingresa en el gran hotel de Las Vegas que lo tendrá como huésped distinguido.
-Imagino que las valijas las carga todas Many (su esposa) porque vos estás fundido...
(Risas) -Una y una. Esta es una pareja moderna, dividimos las tareas.
-Se te nota de excelente humor.
-Por supuesto, no sabés el alivio que siento al arrancar las vacaciones después de haber ganado partidos importantes y jugando bien.
-Si te elegían para ir al All Star de New Orleans, que comienza este fin de semana, se te hubiese complicado.
-¿No se notó lo triste que me puse cuando no me eligieron (risas)? Jugar el partido no es nada pesado, lo que te cansa es el programa de eventos: firma de autógrafos, producciones de fotos, entrevista especiales, entrenamientos abiertos al público. Estás de acá para allá todo el día. A otros quizá no les afecte; a mí me hubiese complicado físicamente.
-¿Comiste espinacas o te calzaste las batizapatillas para jugar en el nivel que tuviste contra Toronto (34 puntos y 15 rebotes) y Cleveland (46 tantos)?
-No, nada de eso... Me sentí bien, confiado y sabiendo que se venían las vacaciones. Intenté dejar todo. No me importaba morirme adentro de la cancha porque después tenía estos 4 días para recuperarme. Y en los últimos dos juegos aproveché que estaba derecho. ¡Tiraba zapatos y entraban!
-Y eso que venías golpeado por la defensa de Boston del domingo último.
-Sí, es cierto, pero estaba bien de la cabeza y me fui potenciando. Me dije, "tengo que dejar todo ahora así terminamos bien".
-¿Te motivó el hecho de disimular la ausencia de Tony Parker?
-No, Porque hubo partidos que no jugué bien y no estaba Tony.
-¿Y jugar en Cleveland, la cancha donde lograron el último título?
-No, en absoluto. Queríamos terminar bien la gira, nada más.
-Mike Brown, técnico de los Cavaliers, dijo que eras un mal chico.
-Mike es un amigo. Era asistente de Gregg Popovich cuando llegué a los Spurs. Estuvo un año y trabajamos muy bien.
-Según las estadísticas, el de Cleveland es tu mejor partido en la NBA comparado con el de Phoenix, en 2005, cuando anotaste 48, pero con un tiempo suplementario y menos eficacia, asistencias y robos.
-No los comparé, pero seguro que con Phoenix no tiré tan bien, fueron más penetraciones. En Cleveland no erré en el 2do tiempo. Pero, por otro lado, el de Phoenix, que fue en suplementario, estuvo rodeado de más expectativa, estábamos los dos en los primeros puestos del Oeste y fue televisado a todos lados. Fueron distintos.
-¿Alguna vez anotaste 8 triples?
-Hice 9 cuando jugué la Liga Nacional con Estudiantes, de Bahía Blanca, creo que fue contra Atenas. Y no debo haber jugado tantos minutos como con Cleveland, aunque en esa época jugábamos cuatro cuartos de 12 minutos como la NBA
-¿Te vas a afeitar la barba ahora?
- No sé. Todavía la tengo. Fue un acuerdo de equipo que hicimos a mediados de enero antes de arrancar la gran gira.
-Contanos detalles de la cábala.
-Ya lo hicimos otros años y nos fue bien. La idea esta vez surgió de Tim (Duncan) y de Fabri (Oberto). Y la hicimos todos: asistentes, médicos, utileros. Los únicos que se negaron fueron Bruce (Bowen), porque él es el chico lindo del plantel y no quiso, y Tony (Parker), porque le crece muy negra y toda enrulada. Dice que hubiese parecido Ben Laden (risas).
-Y Popovich tampoco.
-Los técnicos son de otra raza.
Queda claro que las respuestas, dichas sin tomar demasiado en cuenta si pueden herir alguna susceptibilidad, fueron dichas en un tono distendido, jocoso, casi como si se tratase de una charla informal. El especial momento que disfrutaba lo mostró abierto y sin límites.
-En tu última columna exclusiva para LA NACION dijiste que la gira por el Este podía servir para rearmar el equipo. ¿Pensás que lo lograron?
-Sí, era lo que buscábamos: reestablecer la química y el juego. Ahora hay que ver si los podemos mantener.
-Pau Gasol a los Lakers, Shaquille O Neal a Phoenix y probablemente Jason Kidd a Dallas. ¿Alguna vez estuvo más complicado el Oeste?
- Antes de esos pases ya era el Oeste más duro y complicado desde que llegué a los Spurs. De todos modos, hay que ver cómo encajan O Neal y Kidd, si se hace el pase. Para los Lakers no hay dudas de que fue un refuerzo muy positivo porque entregó poco a cambio. Phoenix busca mayor presencia y peso en la zona pintada.
-Es posible que Kobe Bryant pida no jugar el All Star por un dolor en un dedo de la mano y por ahí te pueden llamar...
-¡Ah sí! ¿Y no podrán buscar a otro?
-¿Te podés negar?
-No, no puedo negarme. Si me llaman tengo que ir. Pero no creo... Kobe va a jugar.
-¿Vas a ver por TV el All Star Game el domingo?
-¡Por supuesto! Poné que sí (más risas que nunca). De última, si tengo que ir a ver algún show en Las Vegas, lo voy a grabar...
Un Manu especial, como el que pasó por Cleveland.
Por Miguel Romano
De la Redacción de LA NACION